lunes, 23 de enero de 2012

PRESENTAD POFECIAS Y REVELACIONES PARA ESTE TIEMPO

Véase la:   3º Parte + Tema 19º  La bendición del hombre Hebreo

0ª Presentación para este libro de revelaciones

Los trozos de las alcachofas. Son profecías y revelaciones fraccionadas

Me regalaron un gran recipiente lleno de desperdicio de alcachofas. Entre el desperdicio había muchos trozos para poderlos aprovechar. Yo vacíe el recipiente en la bañera, y había tanta cantidad que se desbordo, y se salio extendiéndose por toda la casa.
Vi en el espíritu como un grupo de actores y productores aprovecharon el bún de la creación del euro para representar una obra por todas las comunidades provinciales españolas. Y tuvieron mucha publicidad y aceptación. Y obtuvieron éxito por la obra representada.  
Interpretación:
El Señor anuncia trabajo, riqueza y publicidad. Para el Reino de Dios. Los trozos buenos grandes y pequeños de las alcachofas que se pueden aprovechar, son para obtener beneficios del reino de Dios. El hecho de que sean trozos es porque son profecías o revelaciones que en parte ya se están cumpliendo. Por eso se asemejan a frutos cortados. Y cuando la profecía es anterior a su cumplimiento, son frutos enteros.

El Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

GÉNESIS1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Tretas de Jacob y de Labán
Génesis 30:25 Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra. 26 Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho. 27 Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa. 28 Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré. 29 Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo.30 Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y Jehová te ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa? 31 Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada; si hicieres por mí esto, volveré a apacentar tus ovejas.32 Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario. 33 Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto. 34 Dijo entonces Labán: Mira, sea como tú dices. 35 Y Labán apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos. 36 Y puso tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán.
37 Tomó luego Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas. 38 Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber. 39 Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores. 40 Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Labán. 41 Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas. 42 Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Labán, y las más fuertes para Jacob. 43 Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.
Dios a favor de Jacob; libre de Laban
Génesis 31:1 Y oía Jacob las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza. 2 Miraba también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como había sido antes. 3 También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo. 4 Envió, pues, Jacob, y llamó a Raquel y a Lea al campo donde estaban sus ovejas, 5 y les dijo: Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo como era antes; mas el Dios de mi padre ha estado conmigo. 6 Vosotras sabéis que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre; 7 y vuestro padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario diez veces; pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal. 8 Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados. 9 Así quitó Dios el ganado de vuestro padre, y me lo dio a mí. 10 Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados. 11 Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. 12 Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho. 13 Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento. 14 Respondieron Raquel y Lea, y le dijeron: ¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre? 15 ¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio? 16 Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho.
Jesús y Nicodemo
Juan 3: 1 Había entre los fariseos un dirigente de los judíos llamado Nicodemo.
2 Éste fue de noche a visitar a Jesús. --Rabí --le dijo--, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él.
3 --De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo* no puede ver el reino de Dios --dijo Jesús.
4 --¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? --preguntó Nicodemo--.
¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer?
5 --Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios --respondió Jesús--.
6 Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.
7 No te sorprendas de que te haya dicho: 'Tienen que nacer de nuevo.'
8 El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.
9 Nicodemo replicó: --¿Cómo es posible que esto suceda?
10 --Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas? --respondió Jesús de nuevo-
11 Te digo con seguridad y verdad que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto personalmente, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
12 Si les he hablado de las cosas terrenales, y no creen, ¿entonces cómo van a creer si les hablo de las celestiales?
13 Nadie ha subido jamás al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre.
14 "Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre,
15 para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
De tal manera amó Dios al mundo 16.
16 "Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios.
19 Ésta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos.
20 Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto.
21 En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.
La Fe que vence al mundo
1ª de Juan 5: 1 Todo el que cree que Jesús es el Cristo, ha nacido de Dios, y todo el que ama al padre, ama también a sus hijos.
2 Así, cuando amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, sabemos que amamos a los hijos de Dios.
3 En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos. Y éstos no son difíciles de cumplir,
4 porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Ésta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe.
5 ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
El testimonio del espíritu
6 Éste es el que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no sólo mediante agua, sino mediante agua y sangre. El Espíritu es quien da testimonio de esto, porque el Espíritu es la verdad.
7 Tres son los que dan testimonio,
8 y los tres están de acuerdo: el Espíritu, el agua y la sangre.
9 Aceptamos el testimonio humano, pero el testimonio de Dios vale mucho más, precisamente porque es el testimonio de Dios, que él ha dado acerca de su Hijo.
10 El que cree en el Hijo de Dios acepta este testimonio. El que no cree a Dios lo hace pasar por mentiroso, por no haber creído el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
11 Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo.
12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
La blasfemia contra el Espíritu Santo
Mateo 12:29 "¿O cómo puede entrar alguien en la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus bienes, a menos que primero lo ate? Sólo entonces podrá robar su casa.
30 "El que no está de mi parte, está contra mí; y el que conmigo no recoge, esparce.
31 Por eso les digo que a todos se les podrá perdonar todo pecado y toda blasfemia, pero la blasfemia contra el Espíritu no se le perdonará a nadie.
32 A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero.
33 "Si tienen un buen árbol, su fruto es bueno; si tienen un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto.
34 Camada de víboras, ¿cómo pueden ustedes que son malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca.
35 El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el mal.
36 Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado.
37 Porque por tus palabras se te absolverá, y por tus palabras se te condenará."

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